Luc Montagnier, ganador del
premio nobel, realizó un experimento en el que el ADN se teletransportó
electromagnéticamente a un recipiente con agua.
Como si fuera la sustancia de la
cual los sueños de ciencia ficción están hechos, el ADN parece emitir una onda
eletromagnética a través de la cual se puede teletransportar. El científico Luc
Montagnier, co-ganador del Premio Nobel por encontrar la relación entre el VIH
y el Sida, ha realizado un experimento (publicado en este documento, "DNAwaves and water") que podría sacudir las bases de la ciencia establecida y
avanzar hacia la comprensión de que el ADN, como los electrones y todas las
partículas que componen el universo, exhibe propiedades de conexión a
distancia. Un acercamiento, quizá, a que lo que permite que el universo sea
telepático, telequinético o cualquier otra propiedad supuestamente paranormal
es que todas las cosas son una sola o al menos parte del mismo origen, por lo
cual se mantienen interconectadas, como muestra el entrelazamiento cuántico que
exhiben las partículas subatómicas de las cuales estamos formados.
En el experimento realizado
Montagnier y sus colegas, grosso modo, se tomaron dos tubos, uno conteniendo
una secuencia de ADN de 100 bases y otro que contenía solamente agua pura, y
los aislaron en una cámara que neutralizaba el efecto natural del campo electromagnético
de la Tierra para que no influyera en los resultados. Los tubos de ensayo
fueron almacenados en una bobina de cobre emanando un campo electromagnético
débil.
Horas después, los contenidos de
ambos tubos de ensayo fueron expuestos a reacciones en cadena de polimerasa
—una enzima capaz de transcribir o replicar ácidos nucleicos— para identificar
remanentes de ADN a través de este
proceso que somete el contenido a enzimas que, de encontrar, harían copias de
los fragmentos de ADN. Según Montagnier,
el ADN fue recuperado en ambos tubos aunque uno de ellos solo debía de contener
agua.
El Premio Nobel dice que encontró
"una nueva propiedad de ADN M. pirum: la emisión de ondas de baja
frecuencia en algunas diluciones de agua
que se extendió rápidamente a
otro ADN bacterial y viral".
Montagnier y su equipo sugieren
que el ADN emite señales electromagnéticas que imprimen la estructura del ADN
en otras moléculas. En cierta forma esto significa que el ADN se puede
autoproyectar de una célula a otra, donde se realizan copias, en una especie de
teletransportación cuántica de material genético, una noción que será tomada
con mucha resistencia por la ciencia mainstream.
El experimento de Montagnier
tiene que ser replicado y revisado por sus colegas, pero mientras tanto ya ha
levantado el polvo espectral de la acción a distancia que tanto irrita a los
científicos. De manera similar el
profesor de Cornell, Darryl Bem, ha creado una enorme controversia por su
trabajo mostrando que el cerebro humano es precognitivo, un trabajo que ha
soportado la revisión de sus colegas, pero que de todas formas ha sido recibido
con reticencia.
Anteriormente otros experimentos
ya han realizado con éxito la teletransportación de informacióna 16 km de
distancia, a través de entrelazamiento cuántico, esto es, a través de la
interconexión que exhiben las partículas que han estado en contacto y no a
través de la aplicación de una fuerza física (conocida al menos).
Igualmente significativo fue el
estudio publicado en el ACS’ Journal of
Physical Chemistry B, donde se encontró que «Inexplicablemente las fuerzas
responsables del reconocimiento de secuencias pueden atravesar más de un
nanómetro de agua separando la superficie de su vecino más cercano de ADN». Es
decir, una forma de telepatía genética, en la que codones de ADN parecen
reconocer similitudes sin intercambiar proteínas o tener contacto físico
alguno.
Es posible que el ADN, el código
de la vida en la Tierra y probablemente en el universo, "la serpiente
cósmica", sea un organismo capaz de transmitir y recibir información a
distancia como una antena; biotecnología
más avanzada de lo que hemos podido desarrollar y descubrir. En cierto
modo el ADN es el Programador de esta matriz de realidad. Una misteriosa firma
divina inscrita en las hojas del Árbol
Holográfico del Conocimiento.
Fuente: www.pijamasurf.com
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