En reciente estudio no sólo han
situado a la Atlántida, sino que concluyeron además con el descubrimiento y la
identificación de una isla sumergida prehistórica en el Mar Mediterráneo.
Nos encontramos en el año 360 a.
C., viviendo el amanecer de la civilización occidental. Atenas, cuna de la
democracia, es el epicentro del mundo antiguo. En sus diálogos de Timeo y
Critias, Platón nos presenta el relato de una avanzada civilización prehistórica,
que desde entonces ha cautivado la imaginación de todas las generaciones. Se
trata de la historia de la Atlántida, una isla paradisíaca e idílica que a
menudo los expertos navegantes exploraban tras cruzar el Atlántico. La
Atlántida, según Platón, finalmente se hundió en el mar. Su recuerdo, pese a
todo, jamás se borró.
¡Durante dos milenios, mucha
gente siguió buscando la isla legendaria sin éxito, haciendo de la Atlántida
una de las más duraderas y fascinantes historias de todos los tiempos! En cuanto
a sus buscadores, sin embargo, ¿existe alguno que haya afirmado haber
encontrado la isla perdida? La verdad es que, hasta ahora, nadie fue capaz de
hallar un lugar que encajase exactamente con la descripción ofrecida por
Platón. En cambio, sí contamos con todo tipo de teorías sobre las posibles
hipótesis acerca del paradero de la Atlántida. ¿Por qué se produce tal
profusión de posibles respuestas si todos utilizan el mismo texto? Si todos se
guían por la misma historia, ¿por qué la
aparente confusión? ¿Puede deberse a una pésima interpretación por parte
de los investigadores? o ¿acaso los antiguos traductores fallaron a la hora de
captar y transmitir de forma correcta la narración de Platón? Y, ¿cuáles son
los motivos del revuelo cronológico existente en torno a este relato platónico?
La Atlántida de Platón
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Tomemos, por ejemplo, la
hipótesis original sobre Santorini. Incuestionablemente, la isla de Santorini,
con su erupción volcánica y su avanzada civilización Minoica era lo más
parecido que teníamos a la Atlántida hasta hace poco. Sin embargo nunca resultó
ser una hipótesis exacta, ya que siempre existió la contradicción de la
cronología aportada por Platón que nos habla del año 9.600 a. C. A partir de
ese dato tuvo que ser desechada (ya que
Atenas y la mayor parte de detalles sobre su historia no pertenecían a aquel
período). Pero es que, además, existe otro problema mayor respecto a esta
teoría. Aunque Santorini, sin lugar a dudas, encaja en la descripción del lugar
en el que se alzaba la magnífica ciudad de la Atlántida (con sus anillos
concéntricos de tierra y agua), nunca se ajustó enteramente al relato que nos
ofrece Platón. La isla principal de la Atlántida, que Platón afirmó que se
encontraba a 9 kilómetros de distancia, no aparece en el escenario geográfico
particular correspondiente al año 1.600 a. C. Estos importantes datos, que hay
que tener tan en cuenta, han posibilitado a los críticos plantear dudas acerca
de esta hipótesis y nos obligan a continuar preguntándonos sobre la validez del
relato de Platón.
Desde luego, una investigación
seria sobre la Atlántida nunca ha sido posible. Sobre ella se ha escrito
ciencia ficción, se han rodado películas y se han realizado todo tipo de
manifestaciones artísticas de cultura popular, que con el tiempo han
capitalizado la popularidad de esta historia y, contrariamente a lo que se
relata en los textos de Platón, han convertido finalmente a la Atlántida en una
sociedad ultramoderna con aparatos voladores y tecnología mucho más avanzada
que, incluso, la nuestra.
Sin embargo, tarde o temprano
toda búsqueda llega a su final. Recientemente, un estudio realizado durante
cuatro años, que incluyó un minucioso análisis de la obra de Platón, remarcó
los serios errores deslizados por los primeros traductores que nos transmitieron
una versión del documento traducido que incluía posibles malas interpretaciones
del original.
El
Relato de Platón estaba basado en un Lugar Real
El reciente estudio no sólo ha
situado decididamente a la Atlántida en el Mar Mediterráneo, sino que concluyó
además con el descubrimiento y la identificación de una isla sumergida
prehistórica que, en todo, se corresponde con la Atlántida de Platón. Mientras
que hasta ahora se pensaba que encontrar la Atlántida era mucho más difícil que
ganar dinero con la lotería, ahora aparece un lugar tangible cuyas
características físicas encajan totalmente con la descripción de Platón. La
topografía, la cronología aportada, la geología volcánica, la flora y la fauna
de aquel período, la destrucción de la isla por una gran inundación, la
presencia de una civilización desconocida prehistórica en el área, y el ADN son
claras evidencias que apuntan a un genuino descubrimiento.
Más expresamente, el estudio
demuestra que alrededor del año 9600 a. C., cuando según Platón la Atlántida
flotaba sobre las aguas, las actuales Islas Cícladas se encontraban unidas a la
meseta de las Cícladas, una planicie (ahora a 400 pies por debajo del nivel de
mar,) que formaba parte del territorio de una enorme isla. Cuando esta isla
prehistórica se compara con la Atlántida de Platón, se hace evidente, de
inmediato, que debió de ser la tierra de la que Platón hablaba. Su región norte
era una zona montañosa que llegaba hasta la costa. Bajo esta región montañosa
había un valle oblongo cuya superficie abarcaba 555 Km cuadrados. A su vez, por
debajo de este valle oblongo había otro valle más pequeño, con unos 370 Km
cuadrados de superficie, unos 2/3 de la extensión del valle oblongo. Así era la
isla principal. A nueve kilómetros de distancia de la isla principal y
precisamente como Platón describió, se encuentra la isla de Santorini, una isla
con forma de anillo circular con su interior inundado y una pequeña isla en el
centro (Santorini es en efecto una isla dentro de otra isla, un volcán marino
cuyo centro se hundió. Antes de la erupción volcánica de 1600 a. C. contaba con
una sola abertura en su anillo exterior que permitía a los barcos entrar en su
inundada caldera).
Mapa de la región de La Atlántida
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La consecuencia de descubrir la
Atlántida en un marco temporal que gira en torno al año 9.600 a. C. sin duda
indica que Platón basó su historia en un lugar real y en una civilización
prehistórica conocida por los antiguos griegos, a la que a fin de comunicar con
éxito algunas de sus ideas filosóficas (lo divino frente a lo humano, los
ideales sociales frente a la corrupción) añadió información más reciente, que
incluía detalles procedentes de la era Minoica que le resultaba más familiar.
La existencia de un lugar en una época en torno al 9600 a. C., que en la
esencia se corresponde con el relato, demuestra que Platón hizo exactamente lo
que Homero con Troya 400 años antes. (La Ilíada de Homero es un relato
completamente ficticio que gira alrededor de un lugar real y un hecho histórico
ocurrido 600 años antes del propio Homero.)
El mar se tragó la super-isla de
la Meseta de las Cícladas (la Atlántida de Platón) hacia el año 8000 a. C.,
durante la rápida subida del nivel del Mediterráneo y justo antes de que se
inundara el Mar Negro (ver el estudio de UNESCO del año 2009.) Casualmente
también en esta época, el Lago Agassiz, un lago glacial gigantesco de
Norteamérica, también reventó, agrietándose y pasando a verter sus aguas al
Atlántico. Es necesario recordar que el Lago Agassiz cubría un área más grande
que todos los Grandes Lagos juntos (440.000 Km2) y en algún momento, contuvo
más agua dulce que todos los lagos del mundo de la actualidad juntos. ¡El
inmenso vertido de toda su agua dulce fue de tal magnitud que los científicos
creen que elevó el nivel de los océanos unos nueve pies (2,75 metros) y acabó
por provocar el evento 8.2 kiloyear al que siguió una mini-era glacial que duró
400 años! Este cataclismo global al final de la última era glacial, que en
última instancia aumentó los niveles del mar en 400 pies (121 metros), no sólo
borró nuestra historia más ancestral, sino que también pudo tratarse del
acontecimiento que solemos conocer como "El Diluvio Universal".
Las implicaciones de localizar la
Atlántida en Mediterráneo van más allá del descubrimiento en sí mismo. Este
hallazgo no sólo justifica la defensa por parte de Platón de los viajes
prehistóricos transatlánticos, sino que puede ayudar a explicar cómo el
haplogrupo mediterráneo X llegó a Norteamérica hace entre 10.000 y 12.000 años.
Mientras que la mayor parte de
genetistas mantiene a día de hoy que el haplogrupo X llegó hasta América
cruzando el Estrecho de Bering, mapas genéticos muestran que la región más
lejana al este del Mediterráneo, con pequeños rastros del haplogrupo X, es la
República de Altai al sur de Rusia. No existe rastro alguno del haplogrupo X
entre la República de Altai y la extensa región de los Grandes Lagos. Si el
haplogrupo X se introdujo en Norteamérica por el Estrecho de Bering, entonces
¿por qué encontramos la mayor concentración del haplogrupo X (lejos de
Mediterráneo) alrededor de los Grandes Lagos y no en Alaska o cerca de la costa
occidental? Más importante aún: ¿cómo se explica que también existan indudables
rastros del haplogrupo X en Escocia, las Islas Orcadas, Islas Feroe e Islandia,
que son, esencialmente, las islas-puente
entre Europa y Norteamérica?
Finalmente, una civilización
mediterránea de hace 10.000 años, puede ayudar a explicar singularidades
arqueológicas de esta región. La reciente erosión y pruebas sísmicas en la
Meseta de Giza, indicaron que la Gran Esfinge puede ser una estructura mucho
más antigua de lo que pensamos y lo mismo sucede con Gobekli Tepe, en Turquía,
ambos parecen coincidir con la historia de Platón de la Atlántida. ¿Será
posible que Gobekli Tepe y el monumento de la Gran Esfinge puedan ser los
restos de la avanzada civilización a la que se refería Platón en su historia,
una civilización que progresaba agresivamente frente a sus vecinos de África y
Oriente Medio? o ¿pertenecerán a otra cultura? Y en cuanto a los avanzados
pueblos proto-Eufrateos que descendieron
para ocupar Mesopotamia en torno al año 7.000 a. C., procedentes de una
región "desconocida", esta gente tan "enigmática", ¿acaso
podrían ser refugiados de la misma cultura que escaparon de la cuenca
mediterránea y se movieron hacia el este
para evitar la inundación? Indudablemente, traerían con ellos la historia de la
gran inundación así como sus habilidades y su tecnología para influir en otra
gran civilización como fue la de los antiguos Sumerios (tal y como los
supervivientes de las Cícladas e islas vecinas en última instancia pudieron
haber contribuido al desarrollo de los Minoicos).
Imagen de Portada: Recreación
artística de La Atlántida. Fuente: BigStockPhoto
El resto de imágenes son material
registrado de Christos A.
Fuentes:
Libro "Uchronia? - Atlantis
Revealed", por Christos A. Djonis.
Artículo: Christos A. Djonis
Traducción: Mariló T. A.
Este artículo fue publicado
originalmente en www.ancient-origins.net
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