De acuerdo al periódico Los Angeles
Times, actualmente las presiones acumuladas serían ya muy fuertes,
potencialmente a punto de la ruptura.
Escribe: Jesús Del Toro
La amenaza de sismos en
California es, como en toda zona de alta sismicidad, continua, pero expertos
han hecho recientemente un aviso de gran resonancia: la Falla de San Andrés,
que cruza este estado desde el sureste de Los Ángeles hasta el norte de San Francisco,
está “cargada y lista” para desatar un megaterremoto.
De acuerdo al periódico Los
Angeles Times, la Falla de San Andrés, la más larga y de las más peligrosas en
California, tuvo su último terremoto de alta magnitud (7.9 grados) en 1857, y
actualmente las presiones acumuladas serían ya muy fuertes, potencialmente a
punto de la ruptura.
Eso no quiere decir que un
terremoto de alto poder, y gran capacidad destructiva, vaya a comenzar en el
corto plazo, y así como la Falla de San Andrés ha estado tranquila por casi 160
años en lo relacionado a megaterremotos, podría continuar por muchas décadas
más.
Pero el hecho de que por siglo y
medio la presión acumulada por las placas tectónicas que chocan en el área de
la Falla de San Andrés no haya sido liberada implica que la posibilidad de una
ruptura, y un terremoto que podría alcanzar los 8 grados de magnitud, es
considerable. Según expertos, cada siglo la falla debería liberar unos 16 pies
de tensión, pero eso no ha sucedió en el área en siglo y medio.
No se trata de que la gente salga
en pánico sino, por el contrario, el llamado de los expertos tiene como
objetivo promover la concientización y
la preparación en lo relacionado a los terremotos entre la población y las
autoridades.
En realidad, cada día se
registran terremotos menores a todo lo largo de la Falla de San Andrés y la
costa de California (uno de 3.8 grados, incluso, se registró ayer en el área de
San Luis Obispo) pero terremotos de escala mayor son menos frecuentes, aunque
devastadores cuando ocurren. Por ejemplo, el terremoto que en 1989 afectó el
Área de la Bahía de San Francisco fue de magnitud 6.9, y el gran terremoto que
arrasó San Francisco en 1906 fue de magnitud 7.8.
¿Qué sucedería si un sismo de esa
naturaleza azotara hoy? El Times cita datos oficiales que estiman la
destrucción en 1,800 fallecimientos, 50,000 heridos y 200 mil millones en daños
materiales. Un escenario de pesadilla.
Y una simulación por computadora
elaborada en la Universidad Estatal de San Diego ilustra el alcance que podría
tener en el área de Los Ángeles un terremoto de 7.8 grados.
Con todo, no hay modo de
establecer cuándo se desatará el gran terremoto, ‘The Big One’, que
científicos, autoridades, películas de acción y la población en general saben
que algún día azotará California y el noroeste estadounidense (una noción que
comparten, con una mezcla de fatalismo, conciencia y despreocupación los
habitantes de otras zonas sísmicas, como sucede en México, Centroamérica o la
zona de los Andes).
Fuente: www.es-us.noticias.yahoo.com
Foto de portada: Parte de la
devastación que dejó en Oakland, California, el terremoto de 7.8 grados que
azotó la región el 17 de octubre de 1989. (AP)
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