Impacto habría provocado terremotos y
tsunamis de una magnitud que no podemos imaginar en las primeras épocas del
planeta.
El asteroide es el segundo más
antiguo conocido que haya golpeado la Tierra y uno de los más grandes.
Probablemente tenía de 20 a 30 kilómetros de diámetro y habría creado un cráter
de cientos de kilómetros de ancho.
Hace aproximadamente 3.800 a
3.900 millones de años, la Luna fue golpeada por numerosos asteroides, que
formaron los gigantescos cráteres llamados mares (maria), que todavía son
visibles desde la Tierra. «Exactamente dónde este asteroide golpeó la Tierra
sigue siendo un misterio», dice Glikson. «Cualquier cráter de esa época en la
superficie de la Tierra ha sido borrado por la actividad volcánica y los
movimientos tectónicos».
La punta del iceberg
Los investigadores encontraron
las perlas de vidrio en un núcleo de perforación de Marble Bar, en el noroeste
de Australia, en algunos de los más antiguos sedimentos conocidos en la Tierra.
La capa de sedimento, que estaba originalmente en el fondo del océano, fue
preservada entre dos capas volcánicas, lo que permitió datar su origen de forma
muy precisa.
Glikson lleva buscando evidencias de antiguos impactos durante más de 20 años e inmediatamente sospechó que esas perlas de vidrio se originaron a partir de un impacto de asteroide. Las pruebas posteriores encontraron que los niveles de elementos tales como el platino, el níquel y el cromo coincidían con los de los asteroides. Según el científico, puede que haya habido muchos más impactos similares, para los cuales no se han encontrado evidencias. «Esto es sólo la punta del iceberg. Sólo hemos encontrado pruebas de 17 impactos de más de 2.500 millones de años, pero podrían haber sido cientos». A su juicio, los impactos de asteroides de este calibre podrían haber provocado importantes cambios tectónicos y extensos flujos de magma. Podrían haber afectado de manera significativa la forma en la que evolucionó la Tierra.
VÍDEO:Glikson lleva buscando evidencias de antiguos impactos durante más de 20 años e inmediatamente sospechó que esas perlas de vidrio se originaron a partir de un impacto de asteroide. Las pruebas posteriores encontraron que los niveles de elementos tales como el platino, el níquel y el cromo coincidían con los de los asteroides. Según el científico, puede que haya habido muchos más impactos similares, para los cuales no se han encontrado evidencias. «Esto es sólo la punta del iceberg. Sólo hemos encontrado pruebas de 17 impactos de más de 2.500 millones de años, pero podrían haber sido cientos». A su juicio, los impactos de asteroides de este calibre podrían haber provocado importantes cambios tectónicos y extensos flujos de magma. Podrían haber afectado de manera significativa la forma en la que evolucionó la Tierra.
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