Los científicos informan que, finalmente, han descubierto un gran océano en el interior del manto de la tierra de un tamaño tal que podría llenar tres veces los océanos que conocemos.
El autor principal de este estudio, Graham Pearson, miembro de la Universidad
de Alberta, Canadá, quien dijo que “una
de las razones de por qué la Tierra es un planeta dinámico, es la presencia de
agua en el interior. Los cambios de agua dependen de la forma en que funciona
el mundo.”
Tras discutir y teorizar durante
décadas, los científicos informan que, finalmente, han descubierto un gran
océano en el interior del manto de la tierra de un tamaño tal que podría llenar
tres veces los océanos que conocemos.
Este increíble descubrimiento
sugiere que el agua de la superficie del planeta proviene del interior del
planeta como parte de un ciclo integral del agua, desplazando la teoría
dominante de que el agua llegó a la Tierra traída por los cometas de hielo que
pasaron por aquí hace millones de años.
Cada vez más, los científicos
están aprendiendo acerca de la composición de nuestro planeta entendiendo que
los sucesos relacionados con el cambio climático, el tiempo y el mar están
estrechamente relacionados con la actividad tectónica que vibra de forma continua
bajo nuestros pies.
Así los investigadores creen que
el agua de la Tierra pudo haber llegado desde el interior del planeta siendo
“empujada” hasta la superficie por mediación a la actividad geológica.
Tras haber realizado numerosos
estudios y cálculos complejos para comprobar sus teorías, los investigadores
creen haber encontrado una gigantesca piscina de agua en una zona de transición
entre las capas superiores e inferiores del manto, una región que se encuentra
en algún lugar entre los 400 y 660 km. por debajo de la superficie terrestre.
Como sabemos, el agua ocupa la
mayor parte del área superficial de nuestro planeta, el cual paradójicamente,
recibe el nombre de Tierra. Si bien es cierto que comparado con el diámetro
terrestre la profundidad de los océanos es comparable con una fina capa
semejante a la piel de una cebolla, ahora hemos descubierto que la presencia de
este preciado líquido no se limita solo a esta superficie visible.
El descubrimiento del océano
subterráneo
El importarte descubrimiento fue dado
a conocer por unos investigadores canadienses, los cuales se basaron para ello
en un diamante de roca hallado en el año 2008, en una zona conocida como Juína,
en Mato Grosso, Brasil.
Dicho hallazgo ocurrió de manera
accidental, pues realmente el equipo, que buscaba otro mineral, le compró a
unos a unos mineros artesanales dicha pieza, la cual estos habían extraído de
entre lagrava recogida en un río de poca profundidad. Al analizarla en detalle,
un estudiante descubrió, un año después, que el diamante, de apenas tres
milímetros de ancho y de escaso valor comercial, contenía en su composición un
mineral llamado ringwoodita, el cual hasta el momento solo se había hallado en
rocas provenientes de meteoritos y que es capaz de contener importantes cantidades
de agua. No obstante, la confirmación final de que se trataba de este mineral
tardó muchos años ya que es necesaria para ello la realización de numerosas
pruebas analíticas.
¿De dónde viene este mineral?
El minucioso análisis de la
muestra hallada ha demostrado que en este caso no provenía de un meteorito,
sino del manto de la Tierra, a una profundidad de alrededor de los 410 y los
660 kilómetros, en una zona que es conocida como zona de transición.
Anteriormente, se había debatido
muchísimo sobre la posibilidad de la existencia de grandes cantidades de agua
muchos kilómetros bajo el subsuelo, pero nunca hasta ahora se había podido
demostrar con una prueba física tal teoría, la cual tiene importantísimas
implicaciones en el modo en que entendemos los fenómenos geológicos
planetarios, ya que se cree que este mineral es el más abundante en esa zona
del manto. Teniendo en cuenta que la muestra hallada tiene hasta un 1,5 por
ciento de su peso en agua, se puede afirmar que existen volúmenes de agua
realmente extraordinarios, como un gran océano.
Este descubrimiento, uno de los
más importantes sin dudas en el campo de la geología en los últimos años,
obligará a los expertos a cambiar hasta cierto punto el enfoque con que hasta
ahora se han analizado fenómenos como el vulcanismo, la tectónica de placas y
muchos otros procesos de importancia capital en la comprensión de la dinámica
de la Tierra, cuyo nombre resulta ahora si cabe, luego de este descubrimiento,
más paradójico aún.
Según cálculos recientes se estima
que podría haber hasta tres veces del volumen total de agua de los mares en las
capas profundas de la corteza terrestre, entre 410 y 660 kilómetros. La
peculiaridad es que esta agua no se encuentra en ninguno de los tres estados
que conocemos líquido sólido o vapor. El agua se encuentra en estructuras
moleculares de formaciones rocosas en el interior de la Tierra.
Una concentración tan importante
de agua supone un cambio significativo en las teorías sobre el origen del agua
en la superficie de la Tierra.
Este descubrimiento es una
evidencia de que en las zonas más profundas de nuestro planeta puede
almacenarse agua y resuelve una controversia de 25 años de antigüedad sobre si
el centro de la Tierra es seco o húmedo en algunas áreas.
La capacidad de almacenar agua en
su interior no es única de la Tierra. Otros planetas, como Marte, podrían
contener inmensas cantidades de agua, algo que nos da que pensar sobre si en
algún momento el Planeta Rojo hubiera podido albergar vida.
En Dato
Hasta el
momento la evidencia indica que el “océano” se encuentra debajo de los EE.UU,
pero próximos estudios quieren demostrar que el anillo de agua se extiende
alrededor del planeta. Actualmente un segundo cristal de Ringwoodita se ha
encontrado, dando más credibilidad al descubrimiento.
Fuentes: www.fayerwayer.com - www.lagranepoca.com
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