Museo Penn anunció el
redescubrimiento de una osamenta de un individuo de 6,500 años que sobrevivió al Diluvio
Universal, cuyo hallazgo se realizó en 1930 pero que se hallaba olvidada en el
mencionado Museo.
El Museo Penn anunció el redescubrimiento
de un esqueleto humano de 6,500 años de antigüedad que sobrevivió al Diluvio
Universal. El hallazgo original fue en el sur de Irak alrededor de 1930.
Acertadamente bautizado como «Noé». El raro ejemplar fue identificado en el
2014 durante las tareas de digitalización de la colección del museo. Creen que
es un hombre de unos 50 años de edad y 1.75 metros de estatura que vivió en los
años posteriores a un gran diluvio, así lo evidencia el hecho haya sido
desenterrado de una capa profunda de cieno durante trabajos de excavación realizados
el siglo pasado.
¿Un contemporáneo al Gran
Diluvio?
Entre 1929 y 1930 un equipo del
Museo Penn y el Museo Británico liderado por Sir Leonard Woolley, excavó 48
sepulcros pertenecientes al periodo El Ubaid en una llanura aluvial. Esta era
una cultura caracterizada por grandes asentamientos que se originaron en el sur
de la Mesopotamia cerca del año 5500 a.C. y perduraron hasta el 4000 a.C.
Foto de archivo que muestra el
momento en que los trabajadores transportan a «Noé»
fuera de su tumba en
1929/1930. Crédito: University of Pennsylvania Museum
of Archaeology and
Anthropology.
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De todos los restos humanos
encontrados, solo un esqueleto estaba en buenas condiciones para ser
recuperado. Enterrado con sus brazos a los costados y las manos sobre el
abdomen, y vasijas a sus pies, el esqueleto era 2,000 años más viejo que las
famosas «tumbas reales» halladas por Woolley en la misma ubicación de la otrora
ciudad de Ur.
Luego de descubrir un cementerio
de la realeza, el arqueólogo británico siguió excavando hasta que alcanzó una
capa limpia de sedimentos a 12 metros de profundidad. Allí se dio cuenta que
las tumbas se hundían en otra capa de sedimentos que descendía varios metros más,
en un nivel inferior.
La capa, conocida como «la capa
del diluvio», descendía bajo los límites del nivel del mar. Esto llevo a
Woolley a concluir que la ciudad de Ur fue originalmente una pequeña isla
rodeada por un pantano que habría sido inundada por un gran diluvio.
Los arqueólogos piensan que un
desastre como el sucedido en Ur inspiró las épicas historias sobre el bíblico
Diluvio Universal descrito milenios después.
Reconstruyendo la historia
William Hafford, Director del
Proyecto de Digitalización del Museo Penn, explica que «Woolley logró remover
el esqueleto incólume, lo cubrió de cera, lo amarró en un trozo de madera, y lo
levantó junto con parte de la tierra circundante utilizando un gran
cabestrillo. Luego envió los restos a Londres para su análisis, y de allí a
Filadelfia, donde sería almacenado en una caja de madera sin catalogar durante
85 años —dentro de la colección de más de 150,000 especímenes óseos en posesión
del museo».
Esqueletos completos del periodo
El Ubaid son una rareza dentro de la arqueología. Ahora, gracias a las técnicas
tecnológicas ausentes en la época de Woolley, los científicos esperan que el
examen del esqueleto permita conocer la dieta y los orígenes ancestrales de la
población, entre otros datos.
Fuente: www.mysteryplanet.com.ar
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