Esta espantosa y extraña criatura
se hizo muy famosa a mediados del siglo XIX, más tarde desapareció y nadie sabe
su paradero.
Habitualmente se cuenta de la sirena de Barnum que se quemó en un incendio declarado en el museo en el que se encontraba expuesta en 1865. No obstante, por aquel entonces la sirena habría estado expuesta en el Museo Kimball de Boston, y sólo habría desaparecido cuando este museo también sufrió un incendio a principios de la década de 1880. Algunos han afirmado asimismo que la sirena fue rescatada del fuego (cualquiera de los dos) y aún se encuentra expuesta a día de hoy en algún otro lugar.
La historia de la sirena de Fiji
en los Estados Unidos da comienzo con la llegada a Nueva York a mediados de
julio de 1842 de un inglés conocido por el nombre de ‘Dr. J. Griffin’ (cuyo
nombre real era Levi Lyman, uno de los socios de Barnum), supuesto miembro del
‘Liceo Británico de Historia Natural.’ Griffin, al parecer, trajo consigo una
de estas ‘sirenas’, de la que se decía que había sido capturada cerca de las
islas Fiji, en el Pacífico sur. La noticia de la llegada de Griffin, junto con
el extraño espécimen, llegó a oídos de la prensa, y los periodistas acudieron
en masa al hotel en el que se alojaba Griffin exigiendo ver a la sirena. Cuando
Griffin les permitió echar un vistazo a lo que había traído consigo, los
periodistas se convencieron de que era real.
P. T. Barnum no tardó mucho
tiempo en visitar las oficinas de los periódicos más importantes de Nueva York,
donde explicó que había estado intentando convencer a Griffin de que expusiera
la sirena en el museo de su propiedad. Por desgracia, el inglés se mostraba
reacio a esta propuesta. Al parecer, Barnum ya había preparado con antelación
un anuncio publicitario (en el que aparecía un grabado de la típica sirena
europea) para promocionar la exhibición de la criatura, y que ahora no le
servía de nada. Por esta razón, lo cedió a los periódicos, que decidieron
realizar copias impresas del anuncio. Se dice que Barnum distribuyó además por
su cuenta 10.000 panfletos por toda la ciudad en los que aparecían
ilustraciones de seductoras sirenas.
Phineas Taylor (P.T.) Barnum.
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Lo que la gente veía finalmente en la exposición no era definitivamente una de las bellas sirenas con el pecho desnudo que aparecían en los folletos publicitarios de Barnum. En su lugar, se encontraban con el cadáver bien conservado de una extraña y espantosa criatura que les daba la bienvenida cuando visitaban la exposición. De hecho, se revelaría más tarde que la ‘sirena de Fiji’ era en realidad la mitad superior del cuerpo de un joven mono cosida a la mitad inferior de un pez. Debemos aclarar que la ‘sirena de Fiji’ no era obra de Barnum, ya que este tipo de artículos ya se fabricaban en Asia (Japón e Indias Orientales) desde mucho antes de que el hombre de negocios adquiriese su supuesta sirena.
La creación de la sirena
Los investigadores creen que la
famosa ‘sirena de Fiji’ fue confeccionada en Japón en torno al año 1810, donde
supuestamente se trataba de un arte tradicional entre los pescadores. La sirena
de Barnum fue comprada por comerciantes holandeses, que a su vez la vendieron a
un capitán de navío estadounidense de nombre Samuel Barrett Eades en el año
1822. Eades pagó una gran cantidad de dinero por la sirena, pero no le fue
posible hacer fortuna exhibiéndola. Al morir Eades, su hijo heredó la sirena y
la vendió a Moses Kimball. Finalmente, Kimball alquiló la sirena a Barnum.
lustración de la criatura que
sería conocida más tarde como la sirena de Fiji, tal como aparece en un folleto
encargado por el capitán de navío estadounidense Samuel Barrett Eades.
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Tras estar expuesta durante un
mes en el Barnum’s American Museum, la sirena de Fiji comenzó una gira por el
sur de los Estados Unidos, que debió interrumpirse al poco tiempo a causa de un
altercado en Carolina del Sur. A su regreso, la sirena de Fiji repartió su
tiempo entre el museo de Barnum en Nueva York y el de Kimball en Boston, sus
últimos paraderos conocidos.
Según una de las teorías, la
sirena de Fiji se quemó al declararse un incendio en el museo de Barnum en el
año 1865. Se ha apuntado, no obstante, que por aquel entonces la sirena se
encontraba en el museo de Kimball. Por lo tanto, se ha sugerido como
alternativa que la extraña criatura sólo desapareció a principios de la década
de 1880, cuando el museo de Kimball fue también destruido por el fuego.
Tritón de Banff, similar a la
sirena de Fiji y expuesto en el Puesto de Comercio Indio de Banff, Canadá.
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Imagen de portada: Arriba, Sirena
de Fiji expuesta en la sección de ‘Folklore’ de la Haus der Natur (Casa de la
Naturaleza), museo de historia natural de Salzburgo, Austria. (CC BY-NC-SA
2.0). Abajo: sirena de Fiji de P.T. Barnum. (Public Domain)
Autor: Wu Mingren
Este artículo fue publicado
originalmente en www.ancient-origins.net
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