Akiane Kramarik, es una niña
prodigio de Idaho, quien tras tener unos
extraños sueños en donde visitaba al cielo cuando sólo tenía cuatro años, pinta
paisajes celestiales incluyendo el retrato “Príncipe de Paz”, que asegura, es el
retrato de Cristo.
AKIANE KRAMARIK, es la niña prodigio
de Idaho que pinta paisajes del Cielo, quien posee UN DON ESPECIAL PARA PINTAR
desde cuando sólo tenía cuatro años y quien es autora del retrato “Príncipe de
Paz” el que apreciamos arriba.
Akiane Kramarik es hija de un
matrimonio entre un norteamericano y una lituana residentes en Idaho, la
pequeña Akiane, una niña rubia de profundos ojos azules, comenzó a dibujar
aquellas cosas que soñaba. Sus padres ateos, que no le habían dado ninguna
educación religiosa, percibieron el impresionante talento de la pequeña. Ella
percibía que sus pinturas procedían del mismo corazón de Dios. “Hablaba con
Dios cada noche, y luego podía sentir su inspiración al pintar”, cuenta en una
entrevista realizada por la CNN. Así que desde muy pequeña lo tuvo claro:
necesitaba pintar para contar algo a todos. “Quiero que todos sepan cómo es
Dios, tan grande, tan maravilloso como yo lo percibo”, argumenta al explicar la
temática espiritual de muchos de sus trabajos. Uno de los más conocidos se
trata del retrato de Cristo, que tituló “El príncipe de paz”. Poco después,
pintó al mismo Cristo orando por sus enemigos, en el cuadro llamado “Padre,
perdónalos”.
Akiane Kramarik de pequeña. |
Entre sus virtudes expresivas se
encuentra la transmisión precisa de las miradas, llenas de contenido y
profundidad. Los retratos de niños, personas de otras culturas, o su misma
familia, reflejan una intención conciliadora. “Creo que mi arte puede llegar a
muchas personas y hacerlas pensar en la paz, el amor de Dios es para todos”,
explica Akiane.
Sus obras pueden verse y adquirirse en su página web,
http://akiane.com/, donde también se registran varias apariciones en medios de
comunicación de todo el mundo. Esta «niña prodigio», como la han definido en
distintos medios, no va al colegio, sino que su educación se forja en casa, con
el método de “homeschooling”, lo que le deja más tiempo para pintar y escribir
poesía. De su producción escrita ya ha publicado dos libros. Entre sus
aficiones está también tocar el piano, la lectura y el baile. Gracias a su
talento y testimonio, toda su familia se acercó a la fe en Dios. Ella considera
que “la fe es lo más importante; sin fe nadie puede comunicarse con Dios”. Así
que su arte tiene el propósito de que “todos amen a Dios y lo conozcan como he
llegado a conocerlo”.
Hermosos jardines celestiales según la visión de Akiane. |
Pirámides celestiales según la visión de Akiane. |
Al principio Akiane dibujaba
pinturas de los miembros de su familia y de las mascotas, pero sus intereses
eventualmente cambiaron a la creación de caras. Comenzó a emborronar más y más
caras. Ella trata de recrear visiones que Dios le da en sueños.
"Dios me ha dado este
talento para compartirlo con otros. Para compartir el amor de Dios"
"Temprano en la vida me habló con imágenes... Siempre supe que El iba a
estar conmigo”. Dice.
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