El 1 de diciembre de 1347, en Europa comienza la Peste Negra.
¿Qué fue la Peste Negra?
La peste negra es una de las más
terribles pandemias que se tenga conocimiento. Llegó a diezmar hasta en una
tercera parte la población del continente Europeo debido a que se propagó
rápidamente, y además tenía un alto grado de mortandad de más del 60%. Se
calcula que mató a 25 millones de personas durante el siglo XIV. Traída por
mercaderes trotamundos desde la India, la Peste Negra es el caso de pandemia más
conocido de toda la historia.
Los síntomas de esta enfermedad
eran fiebre alta, cefalea (dolor de cabeza), escalofríos y astenia
(debilitamiento general) seguido con la inflamación de los ganglios como los de
la ingle (buba en latín) razón por la cual también se le conoce como peste
bubónica. Las “bubas” inflamadas tomaban un color negruzco y resultaban
dolorosas.
Esta enfermedad es causada por
una bacteria, descubierta en 1894 por André Yersin, a la que se le llamó
Yersinia Pestis. Esta bacteria vive normalmente en los animales como la rata
negra o rata de campo y es transmitida al hombre por medio la picadura de las
pulgas de las ratas. Las condiciones higiénicas de aquellos tiempos eran
prácticamente nulas, razón por la cual fue fácil su propagación a la población.
Esta enfermedad ya se ha
presentado varias veces en la historia, desde el antiguo Egipto, la conocida
pandemia de Europa o peste negra y también en China, la India y la última vez
fue en la ciudad de los Ángeles, en 1924. Actualmente si es tratada a tiempo
existen muchas posibilidades de sobrevivir. Se trata mediante antibióticos y
medicamentos para la sintomatología.
De las ratas al hombre
Únicamente en el siglo XIX se
superó la idea de un origen sobrenatural de la peste. El temor a un posible
contagio a escala planetaria de la epidemia, que entonces se había extendido
por amplias regiones de Asia, dio un fuerte impulso a la investigación
científica, y fue así como los bacteriólogos Kitasato y Yersin, de forma
independiente pero casi al unísono, descubrieron que el origen de la peste era
la bacteria yersinia pestis, que afectaba a las ratas negras y a otros roedores
y se transmitía a través de los parásitos que vivían en esos animales, en
especial las pulgas (chenopsylla cheopis), las cuales inoculaban el bacilo a
los humanos con su picadura. La peste era, pues, una zoonosis, una enfermedad
que pasa de los animales a los seres humanos. El contagio era fácil porque
ratas y humanos estaban presentes en graneros, molinos y casas –lugares en
donde se almacenaba o se transformaba el grano del que se alimentan estos
roedores–, circulaban por los mismos caminos y se trasladaban con los mismos
medios, como los barcos.
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