En el año 1987, en las aguas que rodean la isla de Yonaguni
(Japón), fue hallado una misteriosa estructura sumergida que
posee la apariencia de una pirámide escalonada. Estudiosos calculan que las
ruinas de Yonaguni datan del octavo milenio antes de Jesucristo. ¿Quiénes y
para que lo hicieron?
Yonaguni forma parte del
archipiélago japonés de Ryukyu, siendo una isla de 10 km de ancho por 3 de
ancho. En 1987 el profesor de buceo Kihachiro Aratake, buscando las zonas de
reproducción de los peces martillo, descubrió los restos de un antiguo templo,
que recordaba a las Pirámides de Egipto.
Masaaki Kimura, profesor de la
Universidad de Ryukyu fue el primer investigador en estudiar el monumento de
Yonaguni, concluyendo en 1992 que la construcción piramidal es artificial y
mide más de 150 metros de longitud y su altitud equivaldría a 8 pisos.
La noticia de las ruinas
sumergidas de Yonaguni llegó a Occidente gracias al matrimonio Hagland, que
eran fotógrafos submarinos. Las fotos realizadas por el matrimonio llamaron la
atención al periodista Graham Hancock, autor de Las huellas de los dioses, que
acudió a ver los restos de aquel templo y vio que se trataba de una especie de
pirámide escalonada que formaba una gran área ceremonial religiosa.
Esa construcción tuvo que ser
levantada cuando la zona estaba por encima del nivel del mar, es decir, en la
época glacial, cuando la zona pasó el deshielo. Se calcula entonces, que las
ruinas de Yonaguni datan del octavo milenio antes de Jesucristo, convirtiéndose
(según Kimura) en la construcción más antigua del mundo.
Maasaki Kimura apunta también que
pudo tratarse de un reloj astronómico ya que, en aquella época, se situaba en
el Trópico de Cáncer, con una orientación en sentido norte-sur.
En 1997 el doctor Robert Schoch,
de la Universidad de Yale, fue el primer occidental en estudiar los restos
sumergidos de Yonaguni. En 1998 volvió a Japón con el proyecto arqueológico
submarino Equipo Atlantis, que filmaron las ruinas sumergidas. En esas
filmaciones destaca una formación piramidal de 80 metros rodeada de monumentos
con ángulos rectos y escaleras enclavadas en la roca. También encontraron una
especie de megalitos que la naturaleza no había podido crear. Pero el doctor
Schoch achaca aquellas asombrosas formaciones a las corrientes y mareas que son
muy fuertes en la zona, capaces de romper y arrastrar rocas, dando lugar a
estos diseños espectaculares. También argumenta que los corales, esponjas y
algas dan una percepción más artificial al conjunto. Por último concluye que
Yonaguni se encuentra propensa a terremotos, que "fragmentan rocas de
manera regular".
Para los defensores de que
Yonaguni ha sido levantada por el hombre, entre los que sobresale Maasaki Kimura,
se basan en que, en la terraza superior del monumento, hay formas que parecen
esculpidas.
Tampoco se rechaza la idea de que
el monumento de Yonaguni fuera natural y que hubiera servido de alguna utilidad
para los hombres de la antigüedad.
Yonaguni sería una construcción
natural; sin embargo, esto no impide que una cultura ancestral hubiera
utilizado este recinto como lugar sagrado o un santuario, ya que no tenía por
qué estar sumergida hace miles de años.
Fuente: Puedes leer el artículo
referencial aquí.
Puedes ver más interesantes
detalles en el siguiente vídeo:
VÍDEO:
Anuncios:
No hay comentarios:
Publicar un comentario