Junto al asombroso hallazgo también encontraron restos de fuego, lo que prueba que los neandertales dominaban su uso mucho antes de la
aparición de los humanos modernos.
Según las informaciones publicadas por la Agencia SINC, junto a los diversos círculos también se hallaron restos de fuego, lo que prueba que los neandertales dominaban su uso mucho antes de la aparición de los humanos modernos, hace tan sólo 40.000 años.
La entrada de la cueva de
Bruniquel, apenas un agujero del tamaño de la madriguera de un conejo, no
permitía adivinar lo que se encontraba
en su interior, tal y como podemos leer en el artículo sobre este
descubrimiento publicado en Hipertextual.com. Situada al sudoeste del país
galo, fue en el año 1990 cuando un aficionado a la espeleología la descubrió:
una cavidad de medio kilómetro de longitud en la que se ocultaba un auténtico
tesoro paleontológico. En sus paredes aún se pueden observar las marcas de los
arañazos de los osos de las cavernas que podrían haberla habitado antes de que
el paso del tiempo cerrara casi por completo esta ancestral oquedad.
Uno de los científicos en el
centro del principal círculo de estalagmitas descubierto recientemente en la
cueva francesa de Bruniquel. (Fotografía: Agencia SINC/ Etienne FABRE y
SSAC)
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"Hemos realizado cerca de 15
dataciones y todas apuntan a 175.000-176.000 años de antigüedad, y esto se debe
a la calcita que recubre estas estructuras, que es un material muy antiguo.
Pero en Europa, en esas fechas, solo vivía una especie del género Homo, los
neandertales. Solo pueden haberlo hecho ellos", ha explicado a la Agencia
SINC Jacques Jaubert, coautor del estudio y profesor de Prehistoria en la Universidad
de Burdeos (Francia).”
Asimismo, los investigadores aseguran que la realización de estos anillos se planificó cuidadosamente, empleándose estalagmitas de tamaño similar que fueron alineadas en cuatro filas de círculos, apilándolas y apuntalando a continuación las estructuras después de haber arrancado las estalagmitas de las paredes de la cueva, a fin de evitar derrumbes. Además se han hallado en la zona rastros de elementos para llevar a cabo esta construcción.
Misteriosos ‘espeleofactos’
Estas estructuras circulares,
denominadas “espeleofactos” por los científicos, suman un peso total de 2,2
toneladas y se extienden a lo largo de 112 metros. Los investigadores han
realizado asimismo una fotogrametría en 3D y una prospección arqueo-magnética
de la cueva para identificar posibles zonas calientes y confirmar los diversos
focos hallados, detectándose la presencia de material calentado, aunque se
desconocen los motivos por los que se encendían dicho fuegos.
“Los neandertales se adentraban
en las profundidades de las cuevas, superando obstáculos como la oscuridad y el
miedo a lo desconocido gracias a que se alumbraban con el fuego. No se va a más
de 300 metros bajo tierra por placer”, ha declarado Jaubert a la Agencia SINC.”
Se trata de un descubrimiento que
sin lugar a dudas asombra a los científicos, ya que además de demostrar la
capacidad constructiva de los primeros neandertales conocidos, supone la
evidencia más antigua de su dominio del fuego.
Fuente: www.ancient-origins.es
Autor:
Mariló T. A.
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