Se trata del primer asentamiento
nórdico descubierto en Norteamérica en los últimos cincuenta años.
Si las investigaciones ulteriores
lo confirman se trataría del "primer asentamiento nórdico descubierto en
Norteamérica en los últimos cincuenta años", según anunció el viernes
pasado la Universidad de Alabama en Birmingham (UAB). El sitio de Point Rosee
en la isla candiense de Terranova, en la costa noreste de Norteamérica, podría
demostrar que "los vikingos viajaron por Norteamérica mucho más lejos de
lo que se creía hasta ahora, ampliando los límites de sus exploraciones unos
500 kilómetros al suroeste", prosigue el comunicado de la UAB.
Sarah Parcak, una arqueóloga de
la UAB que trabaja con tecnología satelital y que investiga para National
Geographic, detectó el sitio mediante imágenes infrarrojas procedentes del
espacio y en un área de más de 400 kilómetros. Parcak y su equipo de
investigación, entre ellos su marido Gregory Mumford, descubrieron "unas
formas, posiblemente creadas por el hombre, bajo la vegetación
descolorida". En junio de 2015 se llevaron a cabo unas excavaciones
preliminares durante un período de dos semanas y media. El equipo del proyecto
Terranova regresará a Point Rosee el próximo verano "para continuar las
excavaciones y recoger más muestras".
Hasta ahora sólo se conocía un
asentamiento vikingo en la zona, descubierto en los años sesenta en L'Anse aux
Meadows, un paraje situado en la punta septentrional de la isla de Terranova. Los arqueólogos
hallaron los restos de varios edificios, además de clavos de hierro y otros
objetos, de unos mil años de antigüedad, es decir, unos quinientos años antes
del viaje de Cristóbal Colón a América, "confirmando así que los
exploradores nórdicos alcanzaron Norteamérica tal y como sugieren las Sagas de
Vinlandia", señala el comunicado. Más información en el siguiente artículo
de National Geographic.
Este hallazgo en el sitio de Point Rosee, en la isla canadiense de Terranova, podría demostrar que "los vikingos llegaron mucho más lejos de lo que se creía"
Este hallazgo en el sitio de Point Rosee, en la isla canadiense de Terranova, podría demostrar que "los vikingos llegaron mucho más lejos de lo que se creía"
Fuente:
www.nationalgeographic.com.es
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